¿Podemos comer sano fuera de casa en Vacaciones?

La geografía española es uno de los destinos más deseados durante el verano, conocida por sus impresionantes playas, su buen clima, su “fiesta” y su cultura.

Sin embargo, uno de los mayores atractivos de nuestro patrimonio es su rica y variada oferta gastronómica. Desde los pescados y mariscos del Atlántico, Cantábrico y Mediterráneo hasta las deliciosas tapas que llenan las calles de sabor y color, pasando por las mejores carnes.

La experiencia culinaria es una parte integral de las vacaciones tal y como las vivimos los españoles.

Pero, para aquellos que desean mantener un estilo de vida saludable, esas tentaciones pueden suponer un reto.

Este artículo te proporcionará consejos prácticos para hacer elecciones saludables y disfrutar al máximo de la comida, sin renunciar a esos hábitos adquiridos el resto del año.

 

Opta por Pescado Fresco

La dieta mediterránea es reconocida por su énfasis en el pescado y los mariscos, que son una fuente excelente de proteínas magras y ácidos grasos omega-3, nutrientes esenciales para la salud cardiovascular y mejora del bienestar general.

Cuando vayas a un restaurante, busca platos que incluyan pescado fresco como el atún, el lenguado o la lubina, preparados a la plancha o a la brasa, no solo mantienen los nutrientes, sino que también resaltan los sabores naturales del marisco sin añadir grasas innecesarias poco saludables. Acompañar estos platos con un poco de limón o una guarnición de verduras salteadas o al vapor puede ser una manera deliciosa y equilibrada de disfrutar de la cocina local.

 

Apuesta por Tapas Saludables

Las tapas son una de las formas más auténticas de experimentar la cultura culinaria española. Ofrecen la oportunidad de probar una variedad de sabores y platos en pequeñas porciones. Sin embargo, no todas las tapas son iguales en términos de contenido nutricional.

Para mantener una dieta equilibrada, elige tapas basadas en ingredientes saludables como los pimientos de padrón, el gazpacho andaluz o el pulpo a la gallega. Estas opciones son bajas en calorías, pero altas en nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales o proteínas, por poner sólo un ejemplo. Al mismo tiempo, al elegir tapas basadas en vegetales y proteínas magras, puedes evitar opciones más pesadas y fritas que podrían comprometer tus objetivos de salud.

 

Controla las Porciones

Uno de los mayores desafíos al comer fuera es controlar las porciones, especialmente en un entorno donde la comida es abundante y deliciosa. Para manejar esto, considera compartir tu plato con tus compañeros de mesa. Al dividir raciones, puedes probar una variedad más amplia de platos sin sentirte abrumado por grandes cantidades.

Otra opción es solicitar medias raciones o platos para compartir al centro. Este enfoque no solo ayuda a gestionar el tamaño de las porciones, sino que también fomenta una experiencia gastronómica más social y compartida. Puedes pedir una tarta de 3 chocolates, pero al compartir te quitarás el deseo de chocolate con la mitad de calorías. Ya me entiendes 😉.

 

Elige Ensaladas y Verduras como Guarnición

Incorporar verduras y ensaladas a tus comidas es una forma sencilla de añadir fibra y nutrientes a tu dieta.

Muchos restaurantes ofrecen ensaladas frescas y guarniciones de vegetales que complementan perfectamente los platos principales. Opta por una ensalada mediterránea, que suele incluir ingredientes como tomate, pepino, cebolla y aceitunas, todo aderezado con un poco de vinagra y aceite de oliva. Cuidado con las salsas, ahí pueden estar esas calorías extra que intentabas controlar.

Las guarniciones de verduras asadas, salteadas o al vapor también son excelentes opciones para mantener tus comidas ligeras y nutritivas.

 

Bebe con Moderación

Las bebidas pueden ser una fuente significativa de calorías no deseadas.

En lugar de optar por refrescos azucarados o cócteles, elige agua, agua con gas o infusiones de hierbas. Estas bebidas son refrescantes y no añaden calorías adicionales a tu ingesta diaria.

Si decides disfrutar de una bebida alcohólica, una cerveza sin alcohol o una copita de vino tinto es una opción más saludable que los cócteles, ya que contiene antioxidantes beneficiosos para la salud. Sin embargo, siempre es importante consumir alcohol con moderación.

 

Infórmate sobre los Ingredientes

Cuando comes fuera, no dudes en preguntar sobre los ingredientes y los métodos de preparación de los platos.

Muchos restaurantes están más que dispuestos a adaptar sus platos a tus necesidades dietéticas si lo solicitas.

Pregunta si es posible preparar ciertos platos al horno o a la parrilla en lugar de fritos, o si puedes reemplazar una salsa pesada por una opción más ligera.

Estar informado te permite tomar decisiones más saludables y disfrutar de tu comida sin preocupaciones.

 

Escucha a tu Cuerpo

Comer de manera consciente es fundamental para disfrutar de una buena comida sin excesos.

Come despacio, saborea cada bocado y presta atención a las señales de saciedad de tu cuerpo.

Detente cuando te sientas satisfecho, no cuando te sientas lleno.

Esto no solo mejora tu experiencia culinaria, sino que también ayuda a evitar el exceso de calorías, promoviendo una digestión saludable.

 

Y casi el más importante de todos…. Muévete y disfruta la compañía !!!!!!

Disfrutar de la gastronomía puede ser una experiencia enriquecedora y placentera, especialmente cuando se comparte con familiares y amigos.

Aprovecha las oportunidades para probar nuevos platos, pero hazlo con equilibrio y moderación.

Recuerda que unas vacaciones saludables también incluyen mantenerse activo.

Aprovecha para dar paseos por la playa, practicar deporte o simplemente explorar a pie los rincones más encantadores.

Al combinar una alimentación consciente con ejercicio físico, podrás disfrutar de unas vacaciones revitalizantes y saludables.

¡Disfruta por todo lo alto del verano!

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Jose Arnedo

Dietista

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